El sol luce y estás a oscuras, lloras sin explicación alguna y tus gritos apenas tienen decibelios.
La tristeza te ha invadido; la vida no es fácil, y aunque lo sabes desde hace mucho, aún te cuesta admitirlo.
Te enciendes un piti y haces que suene cualquier canción o ruegas por concentrarte en ese libro que tan enganchada te tiene, pero es en vano, ellos no te harán olvidarlo.
Y es entonces, sólo entonces, cuando suena el móvil; son ellas, será la una o la otra pero sabes que eso implica a todas.
Vuelven a humedecerse tus ojos, pero esta vez de otra forma; mientras lloras, sonries; las tienes, y eso es lo que importa.
Pronto, estarán como cada día, pero siempre de forma diferente, reunidas entorno a una mesa; celulares, mecheros y paquetes de lucky acudiran como espectadores a un capitulo más.
El corazón, la familia, tontas preocupaciones o la derrota ante una asignatura siempre están dentro del guión, pero no importa no nos casan. En las acotaciones encuentro guiños, caricias y abrazos, y jamás falta un: "llora, con nosotras puedes hacerlo"
Sin darte cuenta estás ya en el segundo acto; atentas, escucharon y aplaudieron tu actuación. No sin ya editar las primeras primeras grandes críticas, acertadas y constructivas.
Se acerca lo mejor, a tus ojos el escenario ha cambiado. El técnico de luces y sonido juega en tu equipo, te acompaña y te concede una tregua.
La conversación adquiere otro color, sarcástico y satírico, con grandes carcajadas y multitudes de lagrimas de felicidad. Tus oídos, antes absortos y perdidos , tal vez hasta un poco taponados, te permiten escuchar nuevas historias, y comienzas a recuperar tu tono de voz. Ellas, te conceden un par de bromas y recordar anécdotas increíbles, y eso te hace crecerte; los refrescos se agotan pero no importa, mordisquearan los hielos, porque sí, porque todas tenemos problemas, todas tenemos turno de palabra, todas intentamos ser fuertes, pero a veces no podemos, y juntas nos sentimos agusto.
Llega el desenlace, momento de reanudar la marcha, de cerrar el panfleto, de levantarnos y seguir.
Sí, levantarse, pisar suelo y ahora sentirte segura porque cuando te tiemblan las piernas ellas te recuerdan lo firme que es el paso si lo haceis a un mismo compás.
A todas y cada una de vosotras, que haceis de una tarde de estudio, mil frases en un papel; de un viaje, una aventura; de un café, mil cañas; de una canción, un himno; de una vuelta en coche, un videoclip o de una llamada minutos de risas, ilusiones, caricias; a todas aquellas que pase o no el tiempo , el tiempo no importa mientras vuelvan a escucharte.
Gracias por acompañarme a Woodstock!
sábado, 30 de enero de 2010
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increible ines
ResponderEliminar4...2... ;)
ResponderEliminarcariñooo no puedo decirte nada mas...simplemente kiero estar cntigo en woodstock dia tras dia...SIEMPRE!!tq.luni
ResponderEliminarBrillante, tanto como tu...
ResponderEliminaroh! lo más (L)
ResponderEliminarOye Ines muy buenas las dos entradas de verdad, muy buenas. Cristina
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