domingo, 28 de febrero de 2010
Sala dos, fila 15.
lunes, 22 de febrero de 2010
Billete a la realidad
Tras semanas de viajes, ocio y glamour, codeándome estos últimos días con la "jet" de la "jet", era el momento de volver a la realidad; recuperar mi vida, pisar suelo y volver a caminar.
Pero jamás esperé algo así.
Llegué a Atocha media hora antes de lo esperado. Me adentré en su maravillosa junglita que te recibe y despide siempre impasible y testigo de grandes historias ahí ocurridas, buscando la única cafetería en la que se puede fumar.
Infusión y napolitana, aposté sobre seguro, cuando alguien interrumpió mi merienda.
Una chica jovencita con un par de niños, andaba por la estación desesperada, avergonzada y descompuesta.
Se limitaba a pronunciar: " Pérdone, siento molestarle pero estoy pasando por un mal momento y me veo en la necesidad de pedirle ayuda..."
La gente que ahí se encontraba no levantaba la vista de su periódico y negaba con la cabeza.
Mi corazón se encogía y dejó de palpitar durante unos segundos.
Al ver que se acercaba hacia mí, creí que eran las tres mejores personas que podían completar las sillas vacías de mi mesa y sin dudarlo ni un momento no le dejé hablar y le ofrecí asiento. Pregunté a mis acompañantes que querían tomar.
Batidos calientes y bocatas alimentaron sus almas; un par de guiños a los peques devolvieron la ilusión a sus brillantes y cansados ojitos; una corta conversación y un par de recomendaciones, la esperanza a una madre.
Desconozco si habrá hecho todo lo que me prometió, pero su abrazo me hizo volver, había olvidado que esto existía y que una niñata como yo pudiera reaccionar así.
Mi bolso de Dior casi dejó de importarme, esta vez iba erguida, sonriente y segura, no porque mi conjunto fuese el adecuado sino porque me atreví a hacer lo que nadie; escuché y presté ayuda a alguien que lo necesitaba.
Dejemos de leer la actualidad,levantemos la vista y cambiémosla siendo protagonistas de ella.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Fugitivos.
Huimos.
Lo hacemos juntos y eso es lo que importa.
Maletas, sonrísas, canciones y nervios.
Concretar la hora, que jamás se cumple, subirte al coche y sentirte libre.
Nosotros, una casa, un festival y nieve...
¿Alguien da más?
martes, 9 de febrero de 2010
Sí, eras indispensable.
Aparece siempre con sus pequeños quiquis.
Te ve, y dibuja una pequeña y profunda sonrisa.
Te abraza, y respiras hondo.
Pronuncia la palabra "tía", sin ser cosciente de las taquicardías que esta provoca, y comienza a contarte las mil y una aventuras vividas en su gran mundo pequeño.
Agarra tu mano con fuerza y está contigo, estes triste o cansada, compartirá sus ganas de vivir, de jugar, de ver el mundo...
Ilusiones de su aún lejano próximo cumpleaños, o su infinita lista de regalos, provocan guiños infinitos.
Sus besos de pollito o sus bailes, dignos del Ballet Nacional, hacen que todo tiemble, que sea secundario o menor a como lo veías con anterioridad.
El cómo regala mimitos, o su reacción con la gente a quien se cruza, te pertuban; es algo natural, sólo lo posee ella.
Su caracter, expresiones o gestos con desdén provocan mil y una carcajadas y que resulte indispensable en la vida de uno.
Verla ahora acostada y saber que mañana volveremos a gastar el día juntas, un auténtico placer.
jueves, 4 de febrero de 2010
Bienvenido a casa Goñi
Ayer, siendo fiel a mi nuevo objetivo de descubrir y evitar el apalancamiento, asisití en vísperas a mi último examen de este cuatrimestre al conciertazo de Revolver en el Teatro Principal de Zaragoza.
Increíble, no puedo definirlo con otra palabra. Cerca de tres horas de concierto; un bajo, un acordeón y Goñi, su guitarra y su armónica.
A los asistentes nos ofreció un paseo por su carrera, sin track list, creándola según el ánimo del patio de butacas y cogidos de su mano; sólo debíamos cerrar los ojos y disfrutar.
Lloré, reí y baile como lo haría una auténtica grupi.
Ya en la cama, lejos de pernoctar por el último spring o hacer nervios; repasé cada una de sus palabras ofrecidas esa noche, la letra de sus canciones que algunos se niegan a entender, la forma de mover sus manos, o el brillo de sus ojos cuando al término del espectáculo nos agradeció la asistencia uno a uno.
Él, y mi querida y fiel compañera me hicierón ver que anoche tuve más de lo normal.
Goñi, Bienvenido, te has ganado tu hueco en Woodstock!
http://www.youtube.com/watch?v=vzXauL2BhdU&feature=fvw
martes, 2 de febrero de 2010
Que llueva sobre mojado
Cierro la ventana, pongo la toalla sobre el radiador, enciendo la radio y me enchufo un piti.
Mientras dejo correr el agua y elijo el modo en que quiero que caiga , me despojo de ropajes y pienso en cosas que en ningún otro momento del día pasan por mi cabeza.
El espejo comienza a empañarse y angustias, problemas o el "debería haber llamado a no se quién", o, no me dará tiempo a encargarme de todo eso lo encuentro escrito sobre él.
Entre estribillo y estribillo de los números uno de los super 40 también recuerdo cosas sin sentido, sin relación alguna a la habitación en la que me encuentro.Pero solo entonces, aparacen.
Superviso que no falten el gel, el champú o la toalla de pies; subo la radio y corro la cortina, por desgracia compruebo en el espejo que por mi tono de piel el verano quedó ya muy lejos, y me preparo para el momento.
Bajo el agua todo desaparece, se esfuma no hay mundo, solo el grifo y tú. Es maravilloso.
He de confesar que a mi paraiso siempre invito a la radio, ella nunca falta ; me permite ofrecer espectaculares conciertos, coreografías imposibles y un par de chillidos de mi padre.
Me lo paso bien, disfruto, desconecto, y juego con el champú a hacer peinados como en la infancia.
Tras 20 minutos laaaaaargos la abandono y sí, cuando me envuelvo en la toalla me creo una estrella, una triunfadora, alguien a la que para cenar de primer plato le serviran el Mundo.